Los que habéis ido siguiendo este blog, creo que empezaréis
a conocerme un poco; al menos en lo que se refiere a mis apetencias, gustos y
deseos. Hasta ahora os he hablado de
alguno de mis viajes, también de alguna de mis inquietudes y trabajos en el
ámbito de las artes plásticas, de arquitectura, de mis fotografías y un poco de
mis libros.
Cuando os hablé de mi visita a Bermeo, no os dije nada de
las esculturas en bronce, que situadas al pie de la Torre de los Ercilla (Museo
del pescador), se asoman al puerto dramatizando los sentimientos de la angustia
de los familiares a la espera del retorno de los hombres de la mar.
Mientras miraba los bronces, vi como se habían levantado
de los bancos: el abuelo y el nieto, la madre y la abuela. Se podía oír
perfectamente sus voces.
La abuela acongojada exclama:
-
¡Dios mío! ¡Dios
mío!...
La madre con el niño en brazos murmura de forma imperceptible:
De pronto el abuelo señalando la bocana del puerto, grita.
El niño mira y calla
Esas estatuas son emocionalmente profundas.
ResponderEliminar(my spanish isn't very good)
Muy expresivas, la verdad...
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Un Saludo y gracias por vuestros comentarios.
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